El concejal de Lambaré Víctor Silvera, en contacto con radio Monumental 1080 AM, relató que “hay un cúmulo de factores” que vienen arrastrado por casi ya un año con la concejala Carolina González, esposa del diputado cartista renunciante Orlando Arévalo.
Recordó que las situaciones con González comenzaron cuando ella anunció su candidatura a intendente para las próximas elecciones del 2026. También, señaló que ella y dos colorados más acompañaron el cambio de la Presidencia de la Junta, colocando a un liberal en el puesto.
Ante el difícil relacionamiento, especificó que recurrieron primero al vicepresidente de la República, Pedro Alliana, luego al intendente Guido González y, posteriormente, fueron a la Junta de Gobierno, donde fueron recibidos por Horacio Cartes.
Silvera siguió mencionando que Cartes designó como moderador al ex intendente Santiago Maldonado, quien se reunió en dos ocasiones con los concejales. Sin embargo, en la segunda reunión, González dijo que no tenía interés en conversar con ellos para solucionar la situación.
Luego fueron surgieron una serie de trabas a la administración municipal. Incluso, el jefe comunal tuvo que recurrir a la sanción ficta, ya que González y su grupo no aprobaban el llamado a licitación de obras importantes.
“Consideramos que no podemos apañar ningún delito cometido por autoridades, en este caso, los cometidos por nuestra colega. Queremos que ella apele a su ética, se aparte y se baje de su arasa mata. Esta familia hizo mucho daño en la comunidad”, sentenció.
Reconoció que la situación se volvió insostenible y que consideraron que ellos “deben apartarse de cualquier acto de corrupción cometido por autoridades”, en este caso, los que habría cometido su colega.
En otro momento, trajo a colación que la concejala y otros colegas presentaron un recurso de no innovar en el Juzgado, parando una obra de interés municipal como lo es el Parque de la Salud.
“Ella siempre pone trataba con actitud prepotente y diciendo que todos íbamos a irnos presos, que el intendente también iría preso, inclusive ponía fecha”, mencionó e indico que “es muy difícil convivir con ella”.
Estas y otras situaciones más, motivaron a los concejales a exigir la renuncia de su colega.
Arévalo y su esposa fueron denunciados por una constructora por persecución de inocentes y otros delitos.
El legislador habría denunciado a la empresa, supuestamente, para evitar el pago de un saldo de la deuda por las mejoras en su casa. El monto fue de G. 2.400 millones y el saldo sin abonar fue de G. 400 millones.
Mientras que Arévalo se vio implicado en un presunto esquema de corrupción en el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM) y presentó oficialmente su renuncia a la Cámara de Diputados.
