La ministra de Trabajo, Mónica Recalde, anunció en sus redes sociales que se decidió la clausura total de la fábrica de Ochsi luego de los “procedimientos e informaciones que se han obtenido” desde la tarde del miércoles tras la explosión y fuga de amoníaco que dejó un fallecido y más de 30 heridos.
La medida rige “hasta tanto existan las condiciones necesarias para la reanudación de las actividades”. “Continuaremos con las investigaciones para determinar la responsabilidad del incumplimiento de las normativas laborales por parte de los involucrados”, agregó.
Ya el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) suspendió temporalmente las operaciones de la fábrica de la empresa Ochsi.
En un principio, la firma deslindó su responsabilidad por lo ocurrido, incluso tirando el fardo a la proveedora del químico. Sin embargo, desde la misma distribuidora indicaron que sus empleados no estaban en la fábrica cuando ocurrió la tragedia.
Según señalaron, la última entrega de 500 kilos del gas peligroso la realizaron en julio del 2023. Desde ese tiempo, la operatividad de los tubos con amoníaco quedó a cargo de la empresa de embutidos.