«Estamos en un momento histórico, no solo para nuestro país, sino para la región, para nuestra Sudamérica que recibe por primera vez un tren de estas condiciones para un servicio comercial», expresó el ministro chileno de Transportes, Juan Carlos Muñoz. El tren, fabricado en China por la empresa CRRC Sifang, tiene cuatro vagones con una capacidad total de 236 pasajeros.
Conecta Santiago con Curicó en dos horas y tres minutos, siendo 20 minutos más rápido que los trenes convencionales. La ruta se destaca por su producción agrícola y bodegas de vino.
Los ferrocarriles cuentan con sistemas de alimentación eléctrica y diésel automática (trenes duales o BMU), permitiendo operar con combustible en ausencia de servicio eléctrico.
El costo del pasaje entre Santiago y Curicó en este nuevo tren varía entre 12 y 24 dólares. Chile tenía una extensa red ferroviaria hasta la década de 1970, pero fue desmantelada durante la dictadura de Pinochet. El gobierno actual busca recuperar y mejorar la red ferroviaria.
Las autoridades esperan extender el servicio hasta Chillán en 2024, una vez que se reconstruyan los puentes afectados por inundaciones y crecidas de ríos durante el invierno austral pasado.
