El avión 747-300M Dreamliner de carga, que fue propiedad de la empresa iraní Mahan Air y que actualmente pertenece a Emtrasur, filial de la estatal venezolana Conviasa, empresas que están sancionadas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, partió desde el Aeropuerto Internacional de Buenos Aires, en la localidad de Ezeiza con destino a EEUU.
La tripulación que había llegado en el avión al vecino país el 6 de junio de 2022, que estaba conformada por cinco iraníes y catorce venezolanos, fue retenida inicialmente por la Justicia argentina y puesta en libertad después por el juez federal Federico Villena por falta de evidencia por el delito de financiación de actividades terroristas.
El avión había llegado a Argentina procedente de México y tras hacer una escala en Venezuela. Dos días después, partió de Argentina para cargar combustible en Uruguay, pero tuvo que regresar al aeropuerto de Ezeiza porque el país vecino no autorizó su aterrizaje.