En un caso iniciado por Sudáfrica, que acusó al Estado israelí de tener una “intención genocida” en Gaza, la CIJ exigió a Israel asegurarse “con efecto inmediato” de que sus militares no infrinjan la Convención sobre el Genocidio con actos como “matar miembros del grupo” de civiles palestinos de Gaza o someterles “deliberadamente” a “condiciones de vida calculadas para provocar su destrucción física total o parcial”.
Además, el máximo tribunal de Naciones Unidas consideró que Israel “debe tomar todas las medidas a su alcance para prevenir y castigar la incitación directa y pública a cometer un genocidio” de los civiles palestinos en Gaza.
El Estado israelí también deberá “adoptar medidas inmediatas y efectivas para permitir la prestación de servicios básicos y asistencia humanitaria que se necesitan con urgencia para abordar las condiciones de vida adversas que enfrentan los palestinos en la franja de Gaza”.
Las decisiones de este tribunal son legalmente vinculantes para Israel, aunque la CIJ tiene pocos medios para hacerlas cumplir.