Rubén Vázquez, director administrativo del Senado, explicó que ciertos criterios, como las letras de oro, contribuyen a que el costo de los nuevos sillones del Congreso supere los G. 5 millones.
En una entrevista en Radio Monumental, a Vázquez se le preguntó por qué se eligió la oferta de G. 5.700.000 en lugar de otras opciones que podrían haber sido más económicas.
A pesar de las diferencias de precios en el rango de ofertas, el director administrativo explicó que todas deben cumplir con las mismas especificaciones y ser uniformes en ese sentido.
Posteriormente, se dirigió a detallar algunas de las especificaciones:
“El tema es así: primero el mecanismo de soporte es la clave, eso es lo que va a determinar la durabilidad de la reparación y demás, para que se prolongue la vida útil”, dio a conocer el director administrativo.
Citó otras características de los sillones, con criterios atribuidos a un técnico, como la base de rodamiento, que «debe ser apta para todo tipo de piso». Ejemplificó diciendo: «Si es para alfombra, tiene un tratamiento, si es para piso de vinil, tiene otros tratamientos».