Una mujer y su hijo agredieron brutalmente a una estudiante de 17 años frente a una institución educativa del barrio San Roque, en la ciudad de San Lorenzo, Departamento Central. El hecho, que fue grabado por otros alumnos, derivó en una batalla campal frente al colegio y generó gran indignación.
Según el relato de la víctima, todo comenzó tras una discusión entre compañeros. El joven agresor habría atacado primero a otra alumna, y la adolescente intervino para defenderla. En ese momento, la madre del estudiante —que se encontraba en el lugar— se abalanzó sobre la joven, la golpeó y la tomó del cabello, mientras su hijo también participaba del ataque.
“Mi amiga fue agredida por él. Yo reaccioné para defenderla y le di un golpe. La señora vino hacia mí, me dio una cachetada, me tiró del cabello y su hijo me sujetó para que ella me siga pegando. Me pateaban y me rasguñaban. Hasta ahora me duele el cuello y la espalda”, relató la estudiante a Telefuturo.
La Policía Nacional intervino y detuvo a la mujer denunciada, quien quedó a disposición del Ministerio Público. También fueron aprehendidos dos adolescentes, que luego fueron liberados. Los agentes incautaron armas blancas en poder de los jóvenes involucrados.
“Su hijo es muy agresivo y ahora tenemos miedo de que nos haga algo, porque ya salió de la Comisaría”, agregó la víctima.
La institución repudió el hecho
La directora del Colegio Saturio Ríos, Leticia Pineda, lamentó lo sucedido y calificó el episodio como “una verdadera vergüenza”, señalando que refleja la conducta de algunos integrantes de la familia involucrada.
Afirmó que desde la institución se aplicaron todos los protocolos establecidos por el Ministerio de Educación, aunque reconoció que no pueden ofrecer más detalles para resguardar la identidad de los menores.
Pineda confirmó además que el adolescente agresor ya había estado implicado en otro caso de violencia dentro del colegio, en el que un compañero resultó herido y debió ser hospitalizado.
Los nombres de las víctimas y de los menores involucrados se omiten en cumplimiento del artículo 29 del Código de la Niñez y la Adolescencia, que prohíbe la publicación de datos que permitan su identificación.


