Amancio Benítez, obispo de Benjamín Aceval, presidió este domingo la misa central en la explanada de la Basílica Santuario Nuestra Señora Virgen de los Milagros de Caacupé.
Durante su homilía, ante la presencia de muchos feligreses, reflexionó sobre la vocación y sus elementos: un oído atento a la escucha de la palabra de Dios, docilidad para dejarse instruir, encuentro vital con Cristo y disponibilidad para hacer la voluntad de Dios.
En ese sentido, cuestionó que “nos falta un oído más atento a la palabra de Dios”, ya que “tenemos mucho ruido en la cabeza y en el corazón”.