Los seis hombres que fueron ejecutados en la estancia ubicada en la colonia Piky, Amambay, recibieron entre siete y ocho disparos a quemarropa, según detalló el fiscal Celso Morales, encargado de investigar el caso.
El agente del Ministerio Público expresó que al inspeccionar el cuerpo de los fallecidos, los intervinientes se percataron de que todos tenían varios impactos de bala y que los disparos se habrían realizado a corta distancia.
“Fueron acostados en el suelo y ejecutados”, expresó el fiscal Morales en una entrevista con Marciano Candia, periodista de Última Hora.
Los disparos salieron de pistolas calibre 9 milímetros, según las vainillas servidas que se encontraron en el sitio, indicaron fuentes del procedimiento.